En 2010 , de l total de mujeres de 1 5 años y más , 74. 6 % han tenido al menos un hijo nacido vivo.
De acuerdo con los datos de la ENADID 2009, la tasa global de fecundidad indica que entre 2004 y 2008, las mujeres tuvieron en promedio 2. 1 hijos durante su per i odo fértil.
Durante 2 010 , 43 de cada 100 partos fueron cesáreas .
La hipertensión gestacional con proteinuria significativa es la complicación más frecuente de los trastornos hipertensivos (149.9 por cada 100 mil mujeres de 15 a 44 años).
En el segundo trimestre de 201 1 , la tasa de participación económica de las mujeres de 15 años y más con al meno s un hijo nacido vivo fue de 43 % y entre las madre s solteras de 67.2 por ciento.
Conforme a la ENDIREH 2006, 44.9% de las mujeres unidas y con hijos padec e eventos violentos por parte de su pareja.
Durante el siglo XVII, en Inglaterra se celebraba un día llamado “Domingo de servir a la madre”; pero no fue sino hasta 1905 en Estados Unidos, cuando una joven llamada Ana Jarvis, decidió buscar ayuda para destinar una fecha específica para rendir tributo a su progenitora luego que ésta murió, su propuesta iba encaminada a celebrar a las madres el segundo domingo de mayo,correspondiente al aniversario luctuoso de su madre.
En México, este festejo tiene su origen desde hace 90 años, cuando un periodista llamado Rafael Alducin que trabajaba para el periódico "Excélsior" invitó un 13 de a bril de 1922 a toda la gente para que celebrara el día de las madres, festejo que por primera vez se realizó el 10 de mayo. Para dar a conocer estadísticas sobre la situación sociodemográfica de las madres en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) integra el presente boletín con información acerca de la mujer y su experimenta CAMBIOS REPRODUCTIVOS
En el artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se establece que t oda s las persona s tiene n el derecho a decidir de manera libre, responsable e informada el n ú mero de hijos que desean tener y el espaciamiento entre ellos . Para e ejercer plenamente este derecho , es necesario ampliar la cobertura de salud para asegurar la disponibilidad y el acceso a los servicios de planificación familiar, así como otorgar información y orientación veraz y suficiente que contribuya a la toma de decisiones libres, responsables e informadas en materia sexual y reproductiva .
Lo anterior implica , desde el enfoque de la salud reproductiva, recibir apoyo médico ante problemas de infertilidad, otorgar atención calificada durante el embarazo, parto y puerperio, y por complicación de aborto; proteger la salud del recién nacido, gozar de una sexualidad sin temor a embarazos no deseados o a contraer infecciones de transmisión sexual ( ITS ), cuyas secuelas pueden generar esterilidad e incluso la muerte de quien la contrae.[1] De acuerdo con el C enso de Población y V ivienda de 2010, en Sinaloa resid en 999 601 mujeres de 15 a ño s y más, siete de cada diez ( 7 4 . 6 %) habían tenido al menos un hijo nacido vivo y 2 4.2 % no los ha bía tenido , [2]pero en todas ellas asiste el derecho a ejercer una vida reproductiva libre de riesgos.
Desde las últimas décadas del siglo pasado se observa una reducción en los patrones reproductivos de la población; la tasa global de fecundidad, entendida como el número promedio de hijos que tendría una cohorte de mujeres durante su vida reproductiva, [3] señala que entre 1987 y 199 6 las mujeres tenían en promedio poco má s de tres hijos, entre 2004 y 2008 la tasa global de fecundidad fue de 2.1 hijos por mujer [4] , el descenso presentado indica que esta medida es uno de los componentes demográficos que más ha influido en el monto y estructura de la población.
El descenso de l a fecundidad se encuentra estrechamente vinculado a una mayor cobertura en los servicios de salud, los cuales han fomentado el conocimiento y el uso de métodos anticonceptivos : entre 19 92 y 2009 la proporción de mujeres unidas en edad fértil que usa ro n métodos anticonceptivos pasó de 70.9 a 7 9. 8 por ciento. Otros aspectos que incidieron en los cambios reproductivos de la población fueron el aument o paulatino de su escolaridad y que las mujeres tuvieran una mayor participación en la vida económica, social y política del estado .
Para reducir los riesgos en la salud materno-infantil, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informa que la edad de la madre (menor de 18 años o mayor de 35 años), haber tenido más de cinco partos y tener un breve intervalo entre ellos (menos de tres años entre los embarazos) son factores, entre muchos otros, que ponen en riesgo la salud de la madre y su hijo. [5] Por tal motivo, resulta indispensable atender la demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos [6] para que un mayor número de mujeres, conforme a su edad y paridez, puedan limitar o espaciar su fecundidad y así reducir los riesgos asociados a su salud materno-infantil. Datos de la ENADID 2009 señalan que la demanda insatisfecha de las mujeres unidas en edad fértil, asciende a 5.1% (3.1% busca espaciar su fecundidad y 2.0% desea limitarla).
Un tema trascendental en materia de política pública es el embarazo adolescente (15 a 19 años) , muchas de ellas inician su actividad sexual sin la debida protección , exponiéndose no sólo a un embarazo no deseado, sino también a enfermedades de transmisión sexual. Según la ENADID 2009, del total de adolescentes que han tenido relaciones sexuales, 74.2 % no utilizaronanticonceptivos en su primera relación sexual .
De acuerdo a las estadísticas vitales2010, 20% de los nacimientos p rovienen de madres adoles c entes . Es necesario señalar que la mayor proporción de los nacimientos se concentr ó en el grupo de mujeres de 20 a 24 años de edad ( 27.8 % ) y en orden de importancia le sigue n las mujeres de 25 a 29 años ( 2 4.1% ) ; conforme avanza la edad su participación relativa se va reduciendo hasta llegar al mínimo de 0. 1 % que se refiere a la proporción de los nacimientos de las mujeres de 45 a 49 años.
PREFERENCIAS REPRODUCTIVAS
La reducción de la fecundidad es un proceso que va acompañado de transformaciones en las preferencias reproductivas de la población . [7] La formación de las preferencias e ideales reproductivos es un proceso dinámico y sumamente complejo, las fuentes de esas preferencias son diversas: los individuos y las parejas las obtienen de los grupos y redes sociales a los que pertenecen, de las instituciones sociales con las que tienen contacto (familia, escuela, religión, instituciones de salud, entre otras), de las ideologías prevalecientes, de su posición en la estructura social y de los medios de comunicación . [8]
En 19 97 e l promedio ideal de hijos de las mujeres unidas en ed a d fértil era de 3 .5 hijos , en 2009 este promedio se reduce a 2.9 . Por otra parte, el deseo de ser madre va asociado al número de hijos que ya se tiene, entr emayor sea el número de hijos sobrevivientes su deseo de tener otro disminuye; de esta manera, de las que desean tener hijos, 60.9 % no t ienen hijos sobrevivientes , proporción que se reduce a 4.9 % entre las que tienentres o más hijos sobrevivientes .
SALUD
El embarazo es un proceso fisiológico que conlleva cambios anatómic o-funcionales, emocionales y psicológic os , resultado del incremento hormonal que permite cumplir con las demandas metabólicas del feto y la madre. A pesar de ser un proceso natural en la mujer, genera algunas complicaciones en su salud, constituyendo una proporción considerable de la carga mundial de morbimortalidad materna.
La NOM-007-SSA2-1993, Atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido, establece que una mujer con embarazo de bajo riesgo debe recibir mínimo cinco consultas prenatales, iniciando entre la primera y décimo segunda semana de gestación, ésta debe incluir una valoración antropométrica y de crecimiento intrauterino, medición de presión arterial y prescripción profiláctica de hierro y ácido fólico, entre otras intervenciones prioritarias . [9]
De acuerdo con la S ecretaría de Salud (SSA) en 2010 , 38.7 % de las mujeresen el estado recibió su primera consulta en el primer trimestre de embarazo, 3 2.8% en el segundo trimestre y 28.5 % durante el tercer trimestre . [10] Considerando que durante el primero se desarrolla el feto, la revisión durante esta etapa es crucial para la prevención de malformaciones congénitas, por lo que resulta preocupante, que sólo 4 de cada 10 de las mujeres, se atiendan durante este periodo del embarazo. La ENADID 2009, revela que de las mujeres de 15 a 49 años embarazadas entre 2004 y 2009, 9 de cada diez reportaron: haber sido pesadas, que les tomaron la presión y les recetaron hierro, ácido fólico o algún otro complemento vitamínico.
Por su parte, la atención durante el parto es p rimordial para la prevención de complicaciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) desde los años ochenta, propuso que el estándar de nacimientos por cesárea debe estar entre el 10 y 15 por ciento [11] ; a pesar de esta recomendación, durante 2010 en Sinaloa , 43.3 % de los nacimientos fueron por cesárea (programadas o de emergencia).
Los partos se pueden clasificar en: eutócicos (partos denominados normales) y distócicos, que pueden ser asistidos por vía vaginal o emplearse otras técnicas que en ocasiones implican riesgos quirúrgicos y su uso debe ser indicado s ó lo en afecciones específicas[12] ; en 2010 de los nacimientos atendidos por parto en la entidad , 5 6.3% fueron eutócicos y 0.4 % distócicos.Por ello, contar con personal capacitado para atender el parto, permite minimizar complicaciones que puedan derivar en emergencias obstétricas; de acuerdo con las estadísticas de nacimientos en 2010, 9 2 de cada 100 mujeres fueron atendidas durante el parto por un médico y 2 por una partera.
A nivel mundial, las principales afecciones relacionadas con el embarazo, parto y puerperio son las hemorragias graves, infecciones, trastornos hipertensivos, parto obstruido y abortos peligrosos. De acuerdo con la ENADID 2009, e n Sinaloa las mujeres de 15 a 49 años con último embarazo entre 2004 y 2009 identificaron como principales complicaciones durante el embarazo: pies y cara hinchadas (35.9%), dolor de cabeza, visión borrosa o zumbidos en los oídos ( 31.7 %) y sangrado vaginal (2 1.5 % ); y durante el parto, presión alta (14.9%), el sangrado abundante o grave (1 3.7 %) y ruptura de fuente antes de tiempo (1 2.4 %), siendo estos signos de especial atención, ya que están relacionados con posibles complicaciones prevenibles.
En este sentido, entre las causa s de morbili dad materna, durante 2010 entre las mujeres de 15 a 44 años embarazadas que fueron hospitalizadas destacan el aborto, con 13.6 % , así como los edemas, proteinu ria y trastornos hipertensivos con 7 .6 % ; y la hemorragia obstétrica con 5.6 por ciento .
Las enfermedades hipertensivas son complicaciones graves en esta etapa, siendo común la presencia de hipertensión además de otros signos como edema y proteinuria. La hipertensión gestacional con proteinuria significativa (preeclampsia moderada y severa) es la principal causa de morbimortalidad materna y perinatal en México. Además de ésta, se encuentra la eclampsia (episodios convulsivos), que aparece a partir de la semana 20 de gestación, en el parto o puerperio, aunado con otros factores de riesgo asociados como ser mujeres menores de 18 años o mayor de 35, ser primigesta, infección de vías urinarias, obesidad, hipertensión arterial preexistente, entre otros. [13]
Durante 2010 , de los trastornos hipertensivos relacionados con el embarazo, parto y puerperio, en las mujeres de 15 a 44 años, la hipertensión gestacional con proteinuria significativa presenta la tasa de m orbilidad hospitalaria más alta siendo mayor en las mujeres de 20 a 24 años ( 149.9 por cada 100 mil mujeres ) ; le sigue la hipertensión gestaciona l sin proteinuria significativa (143.5 de cada 100 mil mujeres ). A pesar de que la eclampsia presenta la tasa más baja, no por ello es de menor importancia, ya que es una complicación severa que implica mayor cantidad de muertes maternas.
L a OPS informa que la mortalidad materna representa un grave problema de salud pública, sus causas son evitables y es la máxima expresión de injusticia social, ya que es en los países de menor desarrollo económico donde existen las cifras más altas de muertes maternas y son las mujeres pobres las que tienen mayor riesgo de morir por embarazo, parto o puerperio . [14]
En 20 10 en Sinaloa ocurrieron 22 defunciones por complicaciones del embarazo, parto o puerperio , c on este número de defunciones, la razón de mortalidad materna del estado fue de 50 fallecimientos por cada cien mil nacidos vivos. El embarazo de las mujeres que se encuentran al final de su periodo reproductivo es de más alto riesgo , en las mujeres de 4 0 a 4 4 años alcanzó 87.9 defunciones por cada cien mil nacidos vivos .
Las tres primeras causas de muerte materna representa ron 77.3 % del total de estas defunciones : la principal causa de fallecimiento ( 36.4 %) se vincul ó con el edema, proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo, el parto y el puerperio; seguida por otras afecciones obstétricas (22.7% ) y las complicaciones de l trabajo de parto y del parto 18.2 % por ciento .
SITUACIÓN LABORAL
La familia es el grupo social básico donde la mayoría de la población se organiza para satisfacer sus necesidades esenciales, al interior de ella se proyectan las decisiones en torno a hechos primordiales para la subsistencia y desarrollo del grupo, como adquirir o producir bienes y servicios, decidir cuándo y cuántos hijos tener e ingresar al mercado de trabajo, entre much a s otr a s . Cabe señalar que l a división del trabajo al interior de las familias determina que hombres y mujeres vivan en su ámbito residencial de diferente forma de acuerdo con sus distintos roles y responsabilidades [15] ;en este sentido, se observa que tradicionalmente e n la mujer reca e la crianza de los hijos y l a s tareas asociadas a las labores domésticas , contexto que en muchas ocasiones va acompañado con su incorporación en el mercado de trabajo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) en el estado , en el segundo trimestre de 2011, la tasa de participación económica de las mujeres de 1 5 años y más con al menos un hijo nacido vivo es de 4 3 % , de las cuales, 97.1 % combina sus actividades extradomésticas [16] con quehaceres domésticos. La composición de la población económicamente activa de las mujeres con hijos señala que 9 7.2% participa en la producción de bienes y servicios (población ocupada), en tanto que 2.8 % restante buscan trabajo sin encontrarlo . Atendiendo a su situación conyugal, la tasa de participación económica más alta se r egi stró entre las madres solteras ( 67.2 %), seguida spor las separadas, divorciadas y viudas (45.3 %) , en tanto que las actualmente unidas tuvieron una tasa de 39.8 por ciento .
El tipo de unidad económica donde labora n las mujeres sinaloenses con hijos indica que 4 4.6 % trabaja en empresas y negocios y una proporción importante ( 29.2 % ) labora en el sector informal; por su parte, las mujeres que no tienen hijos trabaja n en mayor medida en empresas y negocios ( 59.4% ) y s ó lo 1 6 .1 % se inserta en el sector informal. Otros aspectos que hay que destacar entre las trabajadoras c on hijos y sin hijos es que en las primeras 13.6 % no tienen instrucción y s ó lo 30.8 % c uenta con estudios a nivel medio superior y superior; en tanto que en las mujeres sin hijos, la proporción que no cuenta con instrucción disminuye a 3.4 % y las que tienen estudios a nivel medio superior y superior aument a a 6 6.5 por ciento .
Conforme a su ocupación , l a mayor proporción de las mujeres con hijos labora n como comerciantes ( 2 9.2%), una quinta parte ( 2 0.4 %) como trabajadoras en servicios personales[17] , y 1 9 . 7 % como trabajadoras industriales, artesan a s y ayudantes .
Por su posición en la ocupación , 6 1 . 7% de las mujeres ocupadas con hijos son subordinadas y remuneradas, 26.3% trabaja n por cuenta propia, 6.8 % no reciben remuneración y sólo 5.3 %son empleadora s .
Muchas mujeres trabajadoras no cuentan con la protección de alguna institución de seguridad social, según datos de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS) 2009, en el segundo trimestre s ó lo 5 de cada diez mujeres sinaloenses en edad fértil (15 a 49 años) con al guna ocupación o empleo cuentan con acceso a instituciones de salud otorgado por su trabajo.
Un problema al que se enfrentan las madres trabajadoras es el cuidado de sus hijos pequeños en horario laboral, de acuerdo con la ENESS 2009 , del total de niños menores de siete años y que su mamá trabaja: 40.7 % se en cuentra al cuidado de la abuela , 16.7 % su mamá lo lleva al trabaj o , 1 6.6 % están en la escuela, 16.4% son asistidos por una guardería (pública o privada), 8.5 % es tán al cuidado por otro familiar y 1.1 % lo deja con una persona que no es familiar , o bien, lo deja solo.
V IOLENCIA
La violencia familiar se reconoce hoy como un problema de salud pública, de derechos humanos, de justicia social y como un delito ; además se acepta que se trata de un problema de gran magnitud que incluye la violencia psicológica, física, sexual y económica.De acuerdo con la OMS, l os costos sociales y económicos de la violencia contra la mujer son enormes y repercuten en toda la sociedad. Las mujeres pueden llegar a encontrarse aisladas e incapacitadas para trabajar, perder su sueldo, dejar de participar en actividades cotidianas y ver disminuidas sus fuerzas para cuidar de sí mismas y de sus hijos. Además, l os niños que crecen en familias en las que hay violencia de pareja pueden sufrir una serie de trastornos conductuales y emocionales que pueden asociarse a la comisión o padecimiento de actos de violencia en fases posteriores de su vida.[18]
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2006 señala que en Sinaloa, 44.9 % del total de mujeres unidas (casadas o en unión libre) de 15 años y más con hijos refirió haber padecido algún tipo de violencia por parte de su última pareja; la violencia que más prevalece es la emocional (37.4%) la cual consiste en insultos, amenazas, humillaciones y otras ofensas de tipo psicológico o emocional; le sigue la violencia económica (27.5% ); la violencia física (15.6%) que tiene que ver con empujones, jalones, golpes, agresión con armas, entre otras, y la violencia sexual (8.3 % ). Las mujeres d ivorciadas, separadas o viudas presentaro n una mayor violencia ejercida por parte de su última pareja ( 59.4% ) y la violencia que más prevalec ió es la emocional (45.5%), seguida de la económica 34.7 por ciento .
HABLANTES DE LENGUA INDÍGENA
En 2010, e n Sinaloa ocho de cada diez mujeres de 15 años y más que hablan lengua indígena (84.0%) son madres de por lo menos un hijo nacido vivo; esta situación se present a en 4.1% de las adolescentes de 15 a 19 años y en 11.8% de las jóvenes de 20 a 29 años. Debido a que la fecundidad comienza a muy temprana edad, la paridez acumulada es alta, incluso, en las mujeres más jóvenes: entre las que tienen una edad de 15 a 29 años y declararon tener al menos un hijo nacido vivo cinco de cada diez mujeres (46.4%) ha n procreado al menos dos; en general, siete de cada diez mujeres de 15 años y más (69.9%) han concebido tres o más hijos.
El monolingüismo confina a las personas a limitar su convivencia cotidiana y sus actividades económicas a la comunidad a la que pertenecen, los resultados de la muestra del C enso 2010 señalan que 0.3% de las mujeres de 15 años y más hablantes de lengua indígena y que declararon tener al menos un hijo nacido vivo no habla n español; proporción significativamente menor a l a registrada en el conjunto del país (17.5%).
La lectura y escritura resultan necesarias para la integración y el desarrollo del individuo en sociedad, entre las madres hablantes de lengua indígena 27.9% no sab e leer ni escribir. En general, la escolaridad de estas mujeres resulta preca ria con un promedio que no supera el quinto año de primaria (4.6 años).
SITUACI Ó N CONYUGAL Y CONFORMACIÓN DE HOGARES
Unirse, tener descendencia y formar un hogar independiente son eventos estrechamente vinculados entre sí y generalmente ocurren durante la juventud, datos de la ENADID 2009 muestran que las mujeres sinaloenses en edad fértil (15 a 49 años) tuvieron a su primer hijo a los 21 años en promedio. Conforme avanza el curso de vida de las personas, es probable que las separaciones , el divorcio y la viudez provoquen que muchas mujeres asuman la jefatura de su grupo doméstico y ejerzan una maternidad sin su cónyuge; informac ión censal de 2010 indica que 74.6 % de las mujeres de 15 años y más con al menos un hijo est á casada o en unión libre y de éstas 3.6% declaró que su cónyuge no cohabita ba en su vivienda . Por otra parte, 20.3 % se declaró separada, divorciada o viuda y cinco de cada cien (5.1 %) son solteras.
Da t os de la muestra censal indican que en 2010, en 87.4 % de los hogares en Sinaloa h ay al menos una mujer con hijos nacidos vivos. Por medio del parentesco con el jefe del hogar se conocen otros roles que desempeñan las mujeres que han sido madres, así como las relaciones que les acompañan y que constituyen un apoyo inmediato para ellas. La mayoría de las madres son esposas o compañeras del jefe del hogar ( 59.6% ); por grupos de edad destaca una alta proporción de adolescentes (15 a 19 años) que sonnueras ( 29.3 %) y poco más de una cuarta parte ( 26.2 %) son hijas ; conforme avanza la edad la proporción de jefas aumenta llega ndo a ser de 36.9 % en las mujeres de 50 años y más.
C on esta información, el INEGI brinda indicadores para el conocimiento de las características sociodemográficas de las mujeres y su experiencia reproductiva en el país . Consulte este documento en la s ala de p rensa del INEGI, en la siguiente dirección:
Centro de Consulta y Comercialización Culiacán:
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Colonia Centro C.P. 80129
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Horario de lunes a viernes de 9:00 a 16:00 hrs.
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17
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y GEOGRAFÍA
CULIACÁN, SIN . , A 10 DE MAYO DE 201 2
[1] Consejo Nacional de Población (CONAPO) . La población de México en el nuevo siglo.http://www.conapo.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=290&Itemid=15 , marzo de 2012.
[2] El porcentaje de mujeres que no especificó si tuvieron o no hijos nacidos vivos es de 1. 2 por ciento.
[3] Medida teórica del nivel de la fecundidad que cumple dos condiciones, que durante su periodo fértil tuvieran a sus hijos de acuerdo con las tasas de fecundidad por edad de la población en estudio y que no estuviera expuesta al riesgo de la mortalidad desde el nacimiento hasta el término del per i odo fértil. Haupt, A., Kane, T. Guía rápida de población. Citado en : I nstituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI ) . Manual de medidas sociodemográficas . México, 1997.
[5] Organización Panamericana de la Salud (OPS) . La salud neonatal en el contexto de la salud de la madre, el recién nacido y el niño para cumplir los objetivos de desarrollo del milenio de las naciones unidas .
http://www.paho.org/spanish/ad/f ch/ca/consejo.esp.pdf , abril de 2012.
[6] La demanda insatisfecha considera los casos de aquellas mujere s unidas en edad fértil , que no utilizan anticonceptivos y no desea n tener un hijo en un per i odo mínimo de dos años o no desea n tener otro hijo; en el primer caso se habla de demanda insatisfecha para espaciar su próximo embarazo y en el segundo de demanda insatisfecha para limitar su fecundidad. Aparicio , Ricardo e Yvón Angulo. "Demanda insatisfecha de planificación familiar", en:Demos. Carta demográfica sobre México. Núm ., 9 . Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. México, 1996.
[7] Aparicio Ricardo e Yvón Angulo . Op. Cit.
[8] CONAPO. “Preferencias reproductivas”, en: Cuadernos de salud reproductiva. República Mexicana. CONAPO . México,
2009.
[9] Secretaría de Salud [ SSA ] (1994) Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-1993, Atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido. Criterios y procedimientos para la prestación del servicio.http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/nom/007ssa23.htm , marzo de 2012.
[10] SSA . SINAIS. Boletín de Información Estadística. Vol. III. Servicios Otorgados y Programas sustantivos. Núm. 30 . México, 2010 .
[11] World Health Organization [WHO]. (1985). Appropriate technology for birth. Lancet, 2, 436-437.
[12] SSA . Subsecretaría de Prevención y Prevención de la Salud, Dirección General de Salud Reproductiva. (2002). Cesárea Segura. Lineamientos Técnicos .http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/DOCSAL7101.pdf , marzo de 2012.
[13] SSA (2010). Detección y Diagnóstico de Enfermedades Hipertensivas del Embarazo .http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/catalogomaestro/058_gpc_enf.hipertdelemb/hipertension_embarazadas_r_cenetec.pdf , marzo de 2012.
[14] OPS. Comunicado de prensa.http://www.paho.org/spanish/dpi/100/100featu r e19.htm , abril de 2012.
[15] Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ( OCDE ) . Women in t h e City. Housing, Services and the Urban Environment. Paris, OECD. Citado en: INEGI. Mujeres y Hombres en México. México, 2008.
[16] Población económicamente activa (trabajo extradoméstico) son todas las personas de 12 años y más que en la semana de referencia realizaron algún tipo de actividad económica, o formaban parte de la población desocupada abierta. http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/estudi os/sociodemografico/trabdomestico/1999/est_domyext.pdf , marzo de 2012.
[17] Los trabajadores clasificados en este grupo prestan servicios personales al público: atención de clientes en restaurantes, cafeterías, hospedaje; los que realizan la limpieza y planchado de ropa, cortinas, sábanas, etc., en tintorerías y lavanderías; los que abren y cierran puertas de acceso, los que controlan el funcionamiento de elevadores, y los que realizan los servicios de limpieza de oficinas, hospitales, escuelas y parques públicos, entre otras ocupaciones.
[18] Organización Mundial de la Salud (OMS) . Violencia contra la Mujer. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs23 9 /es/index.html , marzo de 2012.
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